Museos y Patrimonio

ARQUITECTURA POPULAR

Casas amplias, de grandes muros de piedra, pizarra en el techo y vigas de castaño y roble. Pequeñas ventanas contra el frío.

 

 

Construcciones auxiliares: hornos, cabanón, hórreos, cabazos, molinos, mazos, corripas para las castañas, cortines para la miel y recordando la cultura castreña las piedras zincadas separando las fincas.

 

 

 

TELAS  - Telar de Irene: “De cómo el hilo y la lana se hacen arte”

Irene Villar intenta recuperar la artesanía tradicional utilizando materiales naturales, como la lana, la seda, el algodón o el lino. Además en otro telar de características similares, pero no tan antiguo, confecciona prendas con un diseño más actual, tales como camisas, chales, bufandas…

 

 

“Pretendo que cada pieza sea diferente”. La enseñanza del manejo del telar lo adquirió en La Coruña, donde vivía, y en el Museo de Grandas de Salime. Y por avatares del destino, “volví a la tierra donde nací y aquí me quedé”, comenta. Lo que sí puedo decir con certeza es que mas que difícil es un trabajo laborioso. Según cuenta esta artesana, la clave del oficio radica en el orden de pedaleo y, según de qué tejidos se trate, se complica por el hecho de tener que sacar con una aguja los hilos para afuera, lo que “es mas manual todavía” matiza.

 NAVAJAS LUNA: 

“No hay prisas en esta comarca”

Las manos encallecidas y el ingenio de Antonio Magadán dan como resultado las navajas. Este personaje, a pesar de suvocación tardía, no perdió ninguna de las lecciones que su abuelo y tíos le cedieron como herencia. En su acogedor taller de Brañabella dedica unas 3 ó 4 horas para elaborar la navaja que coge forma de una materia prima que es la madera de boj. Habla de forma pausada y se descubre una cierta ironía en sus palabras.

No hay prisas en ésta comarca. Coge un trozo de madera. Corta a medida. Le pasa su serrucho, mientras observa por la ventana que deja pasar la luz natural, un perro que ladra. Le da forma. Hace la ranura: Se hace con la argolla que pone. Mide la chapa “dos milímetros y medio” dice como para sus adentros. Con hierro acarbonado hace la cuchilla. El fuelle le permite crear el resto y solo el martillo rompe el silencio reinante.

 

HIERRO – CONJUNTO ETNOGRAFICO DE MAZONOVO

      

          “Un mazo que parece salido de un cuento medieval”

El medio natural, con sus frondosos bosques y la abundancia del agua favoreció el establecimiento y desarrollo de una pujante industria de fundición durante el siglo XVIII. Lamentablemente empezó a decaer a partir del último tercio del siglo pasado. El Mazonovo, ha sido restaurado y rehabilitado en su integridad. Todo este ingenio es posible gracias a la acción de dos de los elementos primarios de la naturaleza, que son el agua y el fuego. A éste lo “avivaba” el aire y al metal le daban vida las manos de los expertos de la forja que conseguían elaborar cerraduras, hoces, cucharones, sartenes… Lo que hiciera falta. No queda otra salida que alabar la agudeza de unas gentes que tenían que sobrevivir en un entorno aislado.

 

MUSEO CASA NATAL DEL MARQUES DE SARGADELOS

 “Un espíritu vaga por la casa”

Este museo tiene un carácter histórico-biográfico y etnológico, subraya su custodio, José Luis Diaz Alvarez, hombre culto y de una reseñable amabilidad, "quisimos respetar la forma de vivir de sus gentes con una finalidad turística y cultural". Allá por el siglo XVIII, el de la Ilustración, esta vivienda de Ferreirela de Baxo albergó a Don Antonio Raimundo Ibáñez, el Marqués de Sargadelos. Restaurada y dedicada a Museo, introducirse en ella lleva aparejada la obligación de profundizar en su vida, dedicada por entero a conseguir aquello que más apreciaba: el poder y la riqueza. Antonio Raimundo Ibáñez fue un hombre que vivió en una familia humilde, con un padre escribano y una madre hidalga de Los Oscos y, quizá por éste motivo, decidió emprender todo un camino empresarial que culminaría con la construcción del complejo industrial de Sargadelos (Lugo), a partir de 1791. Una habladuría popular le tacha de llevarse con él a la tumba, no solo el secreto de la fabricación de la loza, sino también el lugar donde se guardan todas sus riquezas, que eran muchas. ¿Dónde se esconde ese tesoro? Nadie lo sabe, pero si se han encargado de publicar a los cuatro vientos, que un espíritu vaga por la casa donde un hombre de origen francés moriría aferrado a los tesoros que el Marqués le pidió que custodiara.

Telefono de contacto: 985 62 12 95

 

FIESTAS DE INTERES CULTURAL

Cabalgata de Reyes

Martes de Carnaval

Corpus Christi (Alfonbras florales)

Fiestas de San Roque (agosto)

Jornadas Culturales del Marqués de Sargadelos (octubre)

Fiesta de la castaña (noviembre)

Feria de ganado en honor a Santa Eulalia  (10 de diciembre)